En el año 1997 se instaló esta curiosa escultura del artista Jesús Trapote Medina.
La admiración del padre por la catedral de León no parece ser compartida por el niño que mira hacia la calle Ancha.

La escultura está realizada en bronce. Los personajes son totalmente realistas.
La escultura es un elemento imporante de la plaza por el atractivo que tiene para los turistas. No dejan de tomarse fotografías y selfies junto a ella.

¿El significado?
Según los ‘expertos’ la escultura quiere representar una mirada al pasado -el padre- y otra al futuro -el hijo- de la ciudad de León.
Sea cual sea su signficado, son dos ‘habitantes’ muy queridos de la preciosa ciudad de León.