Morcilla a la leonesa

Introducción

La receta y algo más

La morcilla típica de León solo lleva sangre de cerdo y cebolla. Condimentada con diversas especias dependiendo de cada fabricante.

La morcilla es un alimento muy fácil de cocinar. A la sartén o en una plancha, como en este caso, solo nos va a llevar unos minutos hacerla.

No necesitamos tener ‘instrumentos’ de cocina muy avanzados. Simplemente una sartén antiadherente para que no se pegue y un tenedor o cuchara de madera.

El resultado será espectacular. Seguro que si lo acompañamos de un buen pan, no va a durar mucho tiempo en la cazuelita o cuenco donda la sirvamos.

Ingredientes

– Morcilla de sangre y cebolla de León

– Aceite de oliva

Las mejores morcillas que siempre hubo en León eran las morcillas de Matachana. Aunque ahora también las hay de muy buena calidad. Se pueden encontrar en muchos establecimientos de León.

Las morcillas no necesitan de ninguna condimentación adicional. Ya vienen listas para cocinar.

Paso a paso: instrucciones

Paso 1

Cortar las morcilla de forma longitudinal para quitarles la piel (la tripa) y depositar el contenido en un plao o cuenco.

Paso 2

Poner una sartén a calentar a fuego medio, simplemente con unas gotitas de aceite. Incluso, si es una sarten bien antiadherente, no hace falta aceite porque será sufiente con la propia grasa de la morcilla.

Paso 3

Echar el contenido de la morcilla en la sartén y con una espátula o cuchara de madera -para no rayar la sartén- darle unas vueltas tres o cuatro minutos hasta que tome un color más oscuro.

Paso 4

Servir en una cazuelita de barro o en un recipiente similar para que no se enfríe demasiado pronto.

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